Te podría decir que te extraño
pero no
no te extraño
No me hacen falta
tus macriadeces de madrugada
o los besos de buenos días
enterrados en las almohadas
No extraño, mucho menos
las llamadas constantes
ni siquiera extraño la sazón de tu cocina
Y así
miles de cosas entregó al olvido
como el olor de tu piel después de la ducha
tus cabellos flotando por toda la casa
Los asuntos de mujer y sus cosas
tu manera de disciplinarme para dormir
el músculo pleno de tu cadera
el vello de tu ingle
tu boca
No
no las extraño
sólo estoy esperando acostumbrarme a otra cosa